En el siguiente video se muestra la última tecnología, del momento, para inventariar bosques.
sábado, 15 de diciembre de 2018
Los inventarios láser de última generación
Los alcances tecnológicos actuales, posibilitan la miniaturización y transportabilidad de los componentes, como nunca antes.
En el siguiente video se muestra la última tecnología, del momento, para inventariar bosques.
En el siguiente video se muestra la última tecnología, del momento, para inventariar bosques.
domingo, 9 de diciembre de 2018
Bosques “sanos”.
La
“resiliencia” de los ecosistemas naturales es una propiedad que está tomando
cada vez mayor importancia en la administración de los recursos naturales en general, y de los
forestales en particular, en razón de que la resistencia de tales ecosistemas a
los efectos adversos del cambio climático,
y sus consecuencias, puede ayudar a mitigar sus efectos y posibilitar la
generación de bienes, servicios y oportunidades de ellos, haciendo efectiva su
“renovabilidad” en el tiempo.
El centro “Aspen” para estudios ambientales (http://www.aspennature.org/), impulsa lo que denomina el “índice de salud forestal” (“forest health index”), sita en: http://foresthealthindex.org/, que define a un bosque “sano” como:
El centro “Aspen” para estudios ambientales (http://www.aspennature.org/), impulsa lo que denomina el “índice de salud forestal” (“forest health index”), sita en: http://foresthealthindex.org/, que define a un bosque “sano” como:
“Aquel que es resiliente a cambios y puede
proporcionar servicios ambientales o ecosistémicos, a la par que satisfacer
necesidades humanas”,
dando
con ello otra dimensión al concepto “salud forestal”, más allá de la “sanidad
forestal” tradicional.
De la definición anterior, se tiene que la clave es la capacidad de “resiliencia” de los bosques o montes, incluidas selvas y bosques del semidesierto, que deberá ser un objetivo adicional del manejo forestal sustentable (MFS), comunitario o no, para garantizar la capacidad de los bosques de satisfacer las necesidades de la sociedad a través del tiempo, en independencia de que el cambio climático sea inducido o no.
De la definición anterior, se tiene que la clave es la capacidad de “resiliencia” de los bosques o montes, incluidas selvas y bosques del semidesierto, que deberá ser un objetivo adicional del manejo forestal sustentable (MFS), comunitario o no, para garantizar la capacidad de los bosques de satisfacer las necesidades de la sociedad a través del tiempo, en independencia de que el cambio climático sea inducido o no.
El siguiente video ilustra el particular de interés.
jueves, 8 de noviembre de 2018
Los vaivenes de la NOM Semarnat 059
La
firma de convenios vinculantes, que el gobierno mexicano signa alegremente
porque buscan, se dice, conservar los recursos naturales para las generaciones
futuras, a las que simultáneamente se les traslada deuda externa (alguna
impagable), que hace suponer que pagarán, ante insolvencia, con los recursos
que se busca conservar, con beneficiario final en el gran capital.
La
firma del convenio CITES (Convention on International Trade in Endangered
Species of Wild Fauna and Flora), impulsó nuestra NOM-Semarnat-59, donde se
incluyen especies por decisión política, desconociéndose por qué no se hacen
esfuerzos por sacarlas, puesto que, teóricamente, no debería haber especies
amenazadas ni en peligro de extinción; y menos aún, listas crecientes.
Brillan
por su ausencia las unidades de reproducción de las especies que se dice se
busca proteger, lo que genera, en los hechos, listas negras con las que aumenta
el valor de las especies en ellas, en los mercados especulativos de tráfico de germoplasma.
¿
Pero cuales vaivenes ?.
La
asimilación del Cupressus lindleyi
(cedro blanco) con Cupressus lusitanica,
tornó legalmente intocada a esta especie, aun cuando el propio gobierno estableció
plantaciones masivas de ella en los años
cuarenta, con fines reforestadores; y no se trata de bosque naturales, sino
plantados.
Quieren
combatir el cambio climático, pero proscriben especies cuya rusticidad ha
probado ser adecuada en el pasado mediato.
La
inclusión del Cedrella odorta (cedro
rojo) como especie que además está regulada por la ley de vida silvestre, con
decisiones centralizadas en la dirección general de vida silvestre en la ciudad
de México; que también abarca a la vegetación, pues vida silvestre es todo lo
no cultivado, animal o vegetal, debe ser gestionada a través a UMA’s.
Ahora
que inicie el proyecto de un millón de hectáreas del programa “sembrando vida”,
que correctamente debería ser “plantando vida”, se tendrán que registrar como UMA
todos los solares en donde sea establecido el cedro rojo, para ver si después
dejan a sus dueños cosecharlo.
El más sonado fue la asimilación de Pinus
ayacahuite como Pinus strobiformis,
que duró poco, porque los genios de la NOM 59 no repararon en la cantidad de
hectáreas plantadas con el denominado árbol mexicano de Navidad y que la
presión política que ejercieron las asociaciones de plantadores, obligó su exclusión
de tal NOM, lo que mueve a pensar que la supuesta protección de las especies no
obedece a una necesidad real, sino a caprichos que son mantenidos o cancelados,
según la fuerza política o mercantil de los actores.
Vamos
a ver en que concluye el asunto del cedro rojo, pues ya se habla de su salida. Si el Banco de México hizo un billete
conmemorativo de quinientos pesos, tal vez el comité de la NOM 59 libere especies para el programa estratégico “consentido”.
Después
de 10,000 años, el enfoque agronómico de domesticación de especies, que originó
la agricultura (incluidas la etnobotánica y la etnozoología), parece ser el mejor
enfoque de conservación natural, más que la generación de listas negras que
solo benefician a los traficantes de las especies en ellas, que lucran con los
precios especulativos que las mismas les posibilitan.
miércoles, 31 de octubre de 2018
Bioeconomía forestal en México.
En
Noviembre del 2014 se visitó Finlandia y hubo oportunidad de recibir una conferencia,
entre otra temática no menos importante, sobre bioeconomía forestal, en el Instituto Forestal Europeo, a cargo de
Marc Palahí.
La
relevancia de esta estrategia productiva mundial no tardó en arribar al Sureste
mexicano, que después de dos intentos previos por varias empresas, ha logrado
el establecimiento de dos cadenas de valor; una de la empresa Uumbal para
producción combinada resina – madera y otra de Proteak (Pro teca), que están
llevando al terreno de la operación actividades de silvicultura por contrato la
primera; y silvicultura industrial o de precisión y un manejo forestal
intensivo o industrial, con aspectos de biotecnología, genética clonal, sanidad
forestal con control biológico y mecanización de frontera en actividades de
abasto de madera la segunda, para el suministro de 420,000 metros cúbicos anuales
de madera a la planta industrial de MDF (Tablero de fibra de densidad media), establecida
en Huimanguillo, Tabasco.
Por
la relevancia de este modelo de silvicultura y de manejo intensivo de bosques
para el establecimiento – aprovechamiento de bosques industriales que
abastezcan a empresas forestales, que ha sido un cuello de botella para la
industrialización forestal de México y que abre la oportunidad para superar el déficit
de cerca de 9,000 millones de dólares anuales de importación de productos
derivados de la silvicultura, un grupo multidisciplinario de profesores de la
DiCiFo, UACh visitó los procesos industriales en comento, a efecto de integrar
una propuesta para el establecimiento de bosques industriales (plantaciones
forestales comerciales) en un millón de hectáreas, a la par de considerar las
modificaciones y adiciones a los planes de estudio de las carreras forestales
de la DiCiFo, incluyendo el postgrado, para abrir oportunidad laboral a los
egresados forestales de Chapingo, en el futuro, como hace 80 años (1938).
Ya
se avizora a Tabasco como el primer productor de madera en México para el 2025.
Cabe
apuntar que los Sudafricanos llevaron germoplasma de Pinus patula hace 45 años, contando ya con generaciones “f1” y en
México apenas estamos con rodales para colecta controlada de germoplasma y
huerto clonales, que si bien son un avance innegable, dejan un trecho al punto
donde están otras especies con genes registrados, por las que hay que pagar
derechos de uso, por patente.
Con
la diversidad biológica forestal de México, existe la oportunidad de ofrecer al
mundo no solo aguacate, entre otros, sino especies forestales coníferas,
cactáceas y tropicales preciosas, con genes forestales registrados a favor de personas
físicas o morales mexicanas y no de compañías transnacionales, por lo que la
normatividad forestal en la materia de la nueva administración de México será
crucial en ese y otros temas. Más nacionalismo o solo globalización comercial ?.
El siguiente video de Forbes, detalla el caso de Proteak.
El siguiente video de Forbes, detalla el caso de Proteak.
domingo, 7 de octubre de 2018
Precisión sobre la “siembra de árboles”.
Cada vez con mayor frecuencia se escucha y lee en los
medios de comunicación en general sobre la “siembra de árboles”, como un método
de regeneración de bosques, mismo que es perfectamente factible, pero que en la
práctica solo lo hace la naturaleza por su ineficiencia, pues aún con nombres
de mercadotecnia como la denominada “lluvia de semillas”, es un método ineficiente de
regeneración.
Lo más común es el
establecimiento de árboles vía plantación, por lo que lo correcto es la plantación
de árboles y no su siembra, cuando el proceso de establecimiento es por planta.
Lo anterior porque,
eventualmente, se escucha que se van a realizar plantaciones agroforestales o
comerciales, mediante la siembra de árboles que, se insiste, es posible, pero
no es el caso.
Consecuentemente, se
siembran semillas y se plantan, plantas.
Y, ya de pasadita, las plantas
floran, porque lo único que se florea es el lazo charro.
sábado, 29 de septiembre de 2018
Eryngium carlinae (hierba del sapo), producto forestal no maderable.
Dicen que, eventualmente,
“los árboles no dejan ver el bosque”, como referencia a la proclividad por la
extracción única de la madera, de la multitud de recursos y productos
forestales que constituyen la biodiversidad de los “bosques” mexicanos, según
clasificación del maestro Jerzy Rzedowski.
Tal es el caso de Erygium carlinae F. Delarroche, mejor
conocida como “hierba del sapo”, que Erik Estada Lugo del Departamento de
Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) ha vuelto tan famosa, por
sus usos herbolarios o de fitoterapia, ampliamente conocidos.
Resulta que la hierba en
comento, está presente en muchos bosques de clima templado del eje volcánico
transversal y seguramente en otros con presencia de pinos, principalmente del
grupo Rudis, de donde la extraen para su comercialización.
Además de esta hierba, en prácticamente todos los
bosques de México hay ejemplos de herbolaria
o fitoterapia de origen forestal,
usada ancestralmente para la cura de ciertos padecimientos.
Solo por citar dos ejemplos
de plantas forestales no maderables, usadas como remedios efectivos., está la
“hierba del apache” o “hierba del indio” (Aristolochia
wrightii Seem.) y la “chucaca” o “lechuguilla de la sierra” (Packera candidissima (Greene) W.A. Weber & Á.
Löve), en los bosques del Estado de Chihuahua.
Confiamos en que la SEMARNAT,
quizá a través de CONAFOR, se concentre en el estudio de la herbolaria forestal
de México, a efecto de abrir a la población que habita los bosques de México alternativas
para patentar sus recursos genéticos, más allá de las denominaciones de origen,
antes de que las farmacéuticas, con apoyo de los créditos de los organismos
multilaterales y otros instrumentos de la globalización, como son los convenios
internacionales vinculantes, con el
auxilio de algunas ONG’s que les sirven, se adueñen de ellos, aduciendo gastos
de investigación; y los patenten en beneficio de “todos”, con jugosas ganancias
monetarias únicamente para ellos.
Y no se repitan casos
tristemente célebres como el del café, en litigio judicial añejo entre Etiopia
y los dueños de los genes, debidamente patentados, pues México firmó el
convenio vinculante sobre biodiversidad biológica de Nagoya (2010) y los
promotores de la hasta hace poco fallida ley de biodiversidad, no van a quitar
el dedo del renglón.
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