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viernes, 17 de agosto de 2018

Ideas equivocadas sobre el método de regeneración silvícola de matarrasa


Aunque bien intencionados, algunos ambientalistas y  defensores de comunidades forestales y bosques, emiten opiniones equivocadas que se considera conveniente precisar, a fin de que no generen mayor confusión, en una opinión pública de por si desinformada.


Primer error, confundir al método de regeneración de bosques de matarrasa, con los cambios de uso de suelo. Como su propio nombre lo dice, un cambio de uso del suelo implica quitar la vegetación para destinar la tierra a otro uso, en tanto que la matarrasa, es un método para regenerar bosques  y selvas.


Segundo error, que las matarrasas erosionan genéticamente a los montes. La matarrasa se aplica al final del turno de que se trate, porque es un método para renovar bosques, por lo que ya ocurrió una recombinación genética previa, que duró todo el turno, de la longitud que sea.


Tercer error, que las matarrasas producen erosión de suelos. No hay métodos “buenos” y “malos”. Eventualmente hay decisiones técnicas equivocadas, mal instrumentadas, falta de seguimiento, descuidos o hasta franca incompetencia  en la aplicación, que puede propiciar la erosión, como ya ocurre en una vasta área del país, donde nunca se aplicaron matarrasas y las tierras están erosionadas.


Cuarto error, suponer que la democratización de la participación en la gestión de recursos forestales, supone la omisión de carreras profesionales que exigen un conocimiento ingenieril mínimo, como es el caso de la profesión forestal. Por ello la biología tiene apenas 140 años, la dasonomía occidental más 450 años y  la agricultura más de 10,000.


Quinto error, asumir que el comunitarismo forestal, por ser una buena bandera política, permite que cualquiera realice la actividad, sin una cédula profesional que lo respalde. Que de igual manera se democratice la medicina, el derecho, la ingeniería civil y la arquitectura, para ver el desorden que se puede generar en la sociedad. Una cosa es el “qué” y otra el “cómo”, sobre la administración de recursos forestales. Y para el “como” se requiere de un ingeniero especialista en bosques, porque varias soluciones son de carácter ingenieril, entre otras la restauración y rehabilitación funcional de ecosistemas degradados.


Conviene destacar que la traducción que hacen los españoles de “clercut” espanta a cualquiera, pues lo traducen como “tala-raza”, con la consideración de que en México la palabra “tala” ya produce escozor. Sin embargo, no se debe demonizar un método de regeneración de bosques sólo por corazonadas, ya que de existir el conocimiento técnico mínimo en su aplicación, su probabilidad de éxito se incrementa, como existen casos concretos en México que lo demuestran.


El uso de matarrasas permite acortar diez años al turno de que se trate, al evitar la "liberación" con el "preaclareo", que para el caso de los estados de Chihuahua y Durango, resulta muy conveniente.