Ya no se escucha a Al Gore con su calentamiento global. Ahora la narrativa va sobre el cambio climático global y las previsiones financieritas del acuerdo de París.
Al margen de los intereses geopolíticos y financieritas de los bloques comerciales en proceso, ante el fracaso de la globalización, los bosques continuarán siendo una fuente renovable de recursos y oportunidades naturales, que demanda su conducción o manejo apropiados, para su aprovechamiento racional, en el espacio – tiempo.
Sea por calentamiento, o por mini glaciación como sostienen otros, las variaciones climáticas extremas se manifiestan anualmente y exigen cambios en la forma de gestionar los bosques del planeta, a la escala de interés que corresponda.
Desde las ideas de Adolphe Guardeaud (1825 - 1898), pasando por los esfuerzos notabilisimos de Henrri Bioley (1858 – 1936), hasta lo que se ha dado en llamar el manejo forestal adaptativo (MFA), han pasado algunos años y la necesidad patente actual hace indispensable el seguimiento puntual de los resultados que arrojan las decisiones tomadas sobre la conducción de los bosques y sus procesos.
Hoy en día hay miles de “expertos” en el tema y en esa torre moderna de Babel, la confusión es la norma, pues mucho de ese “expertise” se sesga hacia donde esté el corazoncito o el bolsillo del “experto”, desde el fundamentalismo biológico, hasta la depredación pecuniaria, extrema.
Por ello, el enfoque del manejo forestal adaptativo (MFA) ofrece la oportunidad a cada quien de probar su verdad.
Como es una visión o filosofía, más que un método concreto, permite su instrumentación con métodos de manejo y tecnologías variadas, desde lo mas ortodoxo a la vanguardia digital, razón por la que debería adoptarse en México a la brevedad que la comprensión de los “expertos”, y sus intereses, lo permitan.
Ahora que me encuentro próximo a mi turno, tanto profesional como personal, pues mi ICA y mi IMA en volumen tienden a cruzarse – o mi producto medio y marginal, si se prefiere, considero más importante que nunca insistir en el uso de enfoques útiles, más que en modas sexenales, con sus vaivenes característicos.
Una ventaja del MFA es que no ocupa estar en la legislación, ni requiere que la dictadura del consenso lo apruebe.
Además, sirve para manejar tanto bosque regulares como irregulares, en sus dos extremos; de clima templado – frío, tropical, seco y húmedo, y bosques del semi desierto.
Aplica tanto en bosque naturales, como en plantaciones comerciales, y en el medio rural como en el urbano.
En los siguientes enlaces, presentaciones previas sobre este particular del 2016 y el 2020.
https://adrecfor.blogspot.com/2016/06/el-ciclo-del-manejo-forestal-adaptativo.html
https://www.youtube.com/watch?v=K6Fb6ZLsUGU
Y en la siguiente imagen, otra versión de lo mismo, con la expectativa de que pronto diga ahí “Mexico”, en lugar de “Canadá”.
