Cada vez con mayor frecuencia se escucha y lee en los
medios de comunicación en general sobre la “siembra de árboles”, como un método
de regeneración de bosques, mismo que es perfectamente factible, pero que en la
práctica solo lo hace la naturaleza por su ineficiencia, pues aún con nombres
de mercadotecnia como la denominada “lluvia de semillas”, es un método ineficiente de
regeneración.
Lo más común es el
establecimiento de árboles vía plantación, por lo que lo correcto es la plantación
de árboles y no su siembra, cuando el proceso de establecimiento es por planta.
Lo anterior porque,
eventualmente, se escucha que se van a realizar plantaciones agroforestales o
comerciales, mediante la siembra de árboles que, se insiste, es posible, pero
no es el caso.
Consecuentemente, se
siembran semillas y se plantan, plantas.
Y, ya de pasadita, las plantas
floran, porque lo único que se florea es el lazo charro.
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