Hoy día que ha surgido tanta preocupación por los mamuts y los jaguares, lo cual es muy loable, haciendo memoria de la historia no escrita sobre la pérdida del coeficiente forestal de México, recordé dos celebérrimas comisiones nacionales.
1. La comisión nacional de durmientes.
2. La comisión nacional de desmontes.
La primera extrajo, por años, las maderas duras de las selvas tropicales mexicanas; y de otros lados también, donde hubo madera que sirviera para elaborar durmiente para los ferrocarriles que, entonces, fueron nacionales (FERRONALES).
Y la segunda tubo, entre sus grandes hazañas, el famoso plan “Chontalpa”, donde Caterpillar’s atados con cadenas, derribaron cientos de kilómetros cuadrados de selva alta perennifolia para establecer arrozales y otros cultivos, tanto como ganadería, para abastecer al sistema alimentario mexicano (SAM). Sólo los caminos de México quedarían sin sembrar.
En tales épocas existió la Subsecretaría Forestal y de la Fauna (SFF), dependiente de la entonces Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), que otorgó las autorizaciones correspondientes para las extracciones de madera, de las que muchos ambientalistas de hoy acusan a los ingenieros forestales de la época, por ser el Estado mexicano su único empleador.
Pero no fueron los gobiernos ladrones los que generaron el problema, sino los forestales, los causantes del deterioro.
Un ambientalista orgánico transmitía desde una pared pintada de blanco, porque el otro extremo de esa oficina estaba tapizado de maderas preciosas tropicales. “Hipocracy, my favorite sin”.
De igual forma, cuando se construyó Chicoasén, que me tocó visitar como estudiante de Chapingo en un viaje de estudios, se inundaron los terrenos con animales ahí adentro. Nadie los lloró, pero igual ocurrió.
Y todo ese costo de infraestructura, ambiental, social y económico, fue subutilizado para que los “Chicago boys” mexicanos pudiesen hacer sus tranzas, con las mal llamadas energías limpias. Y si no, habrá que ver el documental: “Planet of humans”, dirigido por Jeff Gibbs y producido por Michael Moore (https://planetofthehumans.com/), para dar cuenta de ello.
Muchos ambientalistas (ecologistas, ong’s y representantes de segmentos de la sociedad civil) podrán decir que son muy decentes, y Yo les creo, pero el dinero que toman para enarbolar sus banderas, en muchos casos, no lo es.
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